Archivo mensual: marzo 2011

Rosebud Dog (una NG) (3D3)

Nuestra primera hazaña sería batir el record de viñetas diminutas y, así, salir en el Guinness, que eso aumenta ventas,. Pues me comprometo a insertar unas 6000 por página y en cada una de ellas la fachada del mismo edificio con su ventanita, ladrillos y demás detalles y asomado a ella un señor cuarentón y con bigote que durante, digamos 70 páginas, y sin moverse en absoluto, está dándole vueltas al día en que, siendo un niño, desapareció su perro sin motivo aparente, un perro mugriento y de mirada metafísica al que adoraba. Para no cansar mucho, el día y la noche pueden ir circulando al fondo del edificio cambiando colores y nubes en plan arrebato artístico. Finalmente, ese hombrecito vulgar abandonará la ventana para encontrarnos con su padre, ya viejo y catatónico sobre una silla de ruedas, anciano que ya depende enteramente del hijo. Que le da de comer (digamos 80 páginas más) Todo en una sinfonía de primeros planos de ambas caras, la cuchara, el tenedor, el cuchillo, el plato, la servilleta, una botella de Ketchup, aros de cebolla fritos, la deglución de los alimentos, la mirada de odio del padre, la mirada sumisa del hijo, una mosca que pasa etc…a continuación, y en la misma habitación, porque me da que la hemos dibujado aún demasiado poco (y ahora podrían venir unas 90 páginas, pues vamos en un in crescendo dramático y trascendental) un recorrido pormenorizado por la habitación haciendo hincapié en los retratos familiares sobre una espaciosa chimenea y en las paredes de la sala, en exhaustivo repaso a la vida de los protagonistas relatado en cartuchos, (pues ya va siendo hora de introducir lo literario, no sea que me contradiga), de la degradación familiar, primeros cumpleaños, la universidad, una madre represora, un padre manso y sumiso, la primera y única novia del ya jovencito, odios de suegra, el joven deja a su novia por enfermedad súbita de la madre (cuando le comenta que desea hacerla su esposa) para cuidarla, ahora ya impedida. A continuación nos dejamos ya de textos literarios para ir a por las 300 páginas finales, no sea que Micharmut nos salga con que la NG es literatura, pues con las 240 anteriores ya sumaremos un buen fajo de 540 páginas para que la cosa comience a tener aspecto de NG.

Y ya entrados en el estallido final de la NG nos dispondremos a regresar al hombrecito del bigote a la ventana de inicio, por si habíamos olvidado la efemérides del record, donde le dará vueltas a la desaparición de su impedida madre en extrañas circunstancias, que la narración dejará misteriosa para que al lector le arrebate el suspense, y aquí seremos condescendientes, y con 48 páginas nos daremos por satisfechos. Finalmente (252 páginas) nos trasladaremos a los tiempos en que el padre era operario en un matadero de reses en Wisconsin, allí, minuciosamente veremos todo el proceso del sacrificio vacuno, desde su muerte por medio de una pistola eléctrica aplicada a sus nucas, hasta su despiece y envasado final, curiosamente con la efigie de aquella su novia como logotipo, un detalle lisérgico que tiene su público, todo ello en medias páginas: las superiores en azules y morados de no menos de 40 viñetas. Para dibujar en la media página inferior con, ahora 60 viñetas, pues la NG es apaisada, y así la NG va deshaciendo cánones de formato y dando lugar en los blogs a apasionadas discusiones en las que el señor Pepo será uno de sus principales protagonistas, por no decir el principal, decía, a la reconstrucción de un despiece de la madre impedida a manos de nuestro maduro protagonista con bigote, que aprendió el oficio de niño cuando su padre lo depositaba en la guarderia del matadero. Aquí, en la media doble tira de abajo, marrones intensos y sus variadas gamas, y algún dorado y plata, para qué privarnos si lo publica Fantagraphics. Concluyendo, pues, y viendo ya claramente que, en esas comidas del padre catatónico, va ingiriendo a su esposa con detalle. Para ello las últimas 52 páginas serán un paseo por el sótano del edificio donde, no menos de 70 filas de frigoríficos, todos de la marca Westinghouse en hileras, que contendrán los restos maternos, numerados y fechados, en bolsitas, siendo la última la de su dentadura y las antepenúltimas sus senos. Y ya viene el final de la NG, pues la dentadura se la colocará finalmente a su padre y entonces, éste, dirá una última y sóla frase : 1ª posibilidad “Hecho de menos a tu madre Fred” (version para el Fnac) o 2ª posibilidad “Tu antigua novia se ha casado esta mañana con Walty Murray al que le regalé tu asqueroso chucho” (Tiendas especializadas) y 3ª posibilidad  – organizar un concurso en el que el mayor postor, algún millonario, escoja la frase. 540 Páginas + 48 de adornos variados y créditos +Portadas y portadillas. 80 Euros. (Supermercado y ascenso a la cúspide de la NG, museo y tesinas (y hasta una cita de 4 segundos en el telediario nocturno)

Panfleto aclaratorio (2D3)

A mi, particularmente, son escasos los historietistas que no me enseñan algo o mucho, sean artesanos, de tercera fila o NGs. Pero de ahí, a tal como rezaba la publicidad de un librito canónico sobre la NG que cayó en mis manos, ponderándola como si se hubiera inventado la pólvora y el siglo de historietas anterior fuera más o menos una estúpida broma (o ese hermanito muerto que decía Dalí necesario para su nacimiento) ante el nuevo advenimiento cuasi religioso, va un abismo. El término no sólo es poco atinado sino que desprende un olor a lloriqueo trepador hacía la “alta cultura”, que sonroja. Y no es la primera vez que se intenta.

Mi aprecio hacia la menospreciada historieta para niños, infantil, la serie B y el tebeo sin pretensiones y cochambroso es infinito. Y no lo valoro por debajo de ningún otro, de ninguno. Para mi el tebeo de calidad, o de autor o como quiera llamarse, es un género más, no una distinción. Que yo me decante por una historieta investigadora de recursos y, sobretodo que nazca y se reproduzca desde el propio grafismo, del propio gesto, dejando que el dibujo hable; no significa que menosprecie lo demás. Es más, lo admiro. Lo que no quita ni pone. Mas a la estupidez pseudointelectual domesticada y excluyente no le tengo el más mínimo aprecio.

Por supuesto que dentro de ese membrete mercantil de la NG hay maravillas, el historietista se amolda a lo que hay, faltaría más. Y la calidad de la historieta actual es mucho mayor de la que fui viendo por estos andurriales desde que me dedico a este menester de forma amateur. No he tratado de decir que las NGs son malas historietas, cualquier lector avispado lo habrá advertido. De lo que me burlo es de que la historieta acabe en talleres literarios y otras estupideces kistch tan en boga. Por poner un ejemplo.

He vivido tiempos en los que afirmar sin avergonzarte que dibujabas historietas, y no comics, te acarreaba un menosprecio por parte de los artistas e intelectuales que daba risa. Y no crean que cambiará mucho el panorama si necesitamos el nihil obstat de los mandarines culturales para que la historieta (la burda, la infantiloide, la de encargo, la enfocada a los adultos, la NG…todas las que sean) no se la menosprecie en cuanto la moda se encamine hacía su siguiente estación. Este falso prestigio no lleva sino a academicismos engolados y a la formación de críticos gurú manejando la industria…como a veces ya sucede. Y si sólo se puede tener libertad en una charca hedionda, por mi parte, allí me encontraran.

Para los que no saben leer: léase como un panfleto, que lo es.

A propósito de la Novela Gráfica (1D3)

La estructura del mercado hace que los medios de comunicación, el potencial de sus lenguajes, funcionen bajo mínimos. Sucede algo parecido, dicen, con el cerebro humano, del que apenas un diez por cien de su potencial es utilizado.

La necesidad del mercado hace que la experimentación formal de un medio naciente sea fugaz y marginal, pues su razón de ser es el beneficio. Así, cuando un medio es seminal acaba imitando el lenguaje de otro medio cuyo ecumenismo esté probado, adaptando las formulas de su lenguaje para un público que ya las conoce.

Es en el siglo XIX cuando la cultura de masas en la cual vivimos se va gestando. Un entonces dominado por lo teatral, donde la novela va adquiriendo carta de naturaleza mayor, el periodismo subsiste junto al folletín sin limitar los márgenes el uno del otro, siempre en comunicación. Junto a la lenta descomposición de las normas del arte, de sus leyes, tal como habían sido recibidas de la aristocracia cultural con sus cánones de belleza y demás academicismos. Tiempos estos en los que se gestan las reglas del juego cultural y se conceptúan las escalas de prestigio de las artes actuales, jerarquización cultural ligada a los públicos a los que se dirigen.

El estudioso Pierre Bourdieu ejemplifica el proceso hablándonos del Teatro, principal valor cultural de este siglo XIX y contempla sus diversos géneros: El Teatro Clásico (que posibilita la ética filosófica), la Comedia Ligera (que transmite tesis ideológicas), el Vodevil (que funciona como documental de costumbres) y el Cabaret (dedicado a reflejar las pasiones humanas más ardientes). Con una marcada diferenciación cultural que facilita su movilidad comercial. Los géneros, pues, son un producto de la industria, de sus necesidades de distribución y venta.

Es dentro de este panorama donde nace la historieta a la vez que el cinematógrafo. Y todo ello en un siglo donde se acaba de inaugurar el alumbrado público y, en las imprentas, la maquinaria eléctrica comienza a revolucionar los mercados. Nace, pues, la historieta, indagando en sus primeros balbuceos para fijarse un lenguaje propio, al mismo tiempo que el cinematógrafo indaga los suyos. Y ambos sucumbirán a las reglas del mercado adaptando los lenguajes teatral y literario a su lenguaje, para dejar de lado el enorme potencial que su especificidad como medio les ofrecían. Quedando en sus márgenes la experimentación.

Voces como la de Robert Bresson son ya pura anécdota en la historia del cine “…el cine de todos los días no es sino teatro bastardo, teatro fotografiado. Porque en él apenas se ofrece al espectador otra cosa que la representación fotográfica de un espectáculo previamente ensayado…” Bresson imaginaba un cine que naciera de sus propios materiales, de la misma imagen y del hecho de filmar.

De los avatares del cine nunca ha sido ajena la historieta, y de sus imprecisos territorios propios tampoco es ajena la propia bastardía de sus lenguajes provenientes de la representación teatral. La historieta, así, confundió el texto de sus bocadillos con lo literario. Y aún se da crédito a definiciones como “La historieta es una integración del lenguaje icónico y el lenguaje literario” que es como decir que la historieta es un mejunje de aquí y de allá. Cuando han sido las imposiciones del mercado, y en especial las necesidades de producción masiva, las que han literaturizado la historieta, banalizándola en suma. Pues lo literario, en la historieta, es un elemento más de su lenguaje, y ni siquiera necesario y preeminente. Y, además, no es literario, no es literatura, sino, y de nuevo, pictogramas de alfabeto, ruido en suma. Ruido, por otra parte ejemplar, pero no literatura.

Bigsky

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…aquí en número 16 del tebeo 13Rue Babilonia, revista de historietas de 4 páginas para esperas de ambulatorio…(Nota- saltamos el número 15 porque aún no está acabado. Rogamos nos disculpen).

Japanese

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…si alguien es necesario son los japoneses…

10 años de Futurama

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Bocetos variados para el décimo aniversario de la Librería Futurama de valencia. Corría por entonces el año 1991, que era capicúa. Los actos fueron variados y de grato recuerdo (nunca olvidaré la amodorrada langosta que ingerí mientras me miraba).

Pudo ver el lector: 1 y 2 – publicidad para prensa. 3,4,5 y 6 – bocetos de portada para la revista Turia. 7 – invitación. Y 8 – papel para envolver el género. Más tarde llegaron las horrendas bolsas de plástico sin asas con su peregrino anuncio escupido en ellas.

Náufragos

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…trayectorias perdidas…(de un papelito impreso encontrado en las mesas de un bar antes de que el camarero los barriera a manotazos)

Ejercicio: (siéntese en la terraza del bar, en medio del oleaje)

1 – …trácese mentalmente el lector en qué punto naufragó.

2 – …por qué motivo.

3 – …naturaleza del canto de sirena.

Público y privado